Carta del pueblo de Bahréin A su Santidad el Sumo Pontífice Papa Francisco

2022-11-03 - 3:53 p

Su Santidad el Sumo Pontífice,

Antes que nada, nosotros tenemos un pedido para vuestra santidad, petición que encontrará al final de esta carta, permítanos presentantarnos. porque estamos seguros que la parte que lo invito no querrá que nos conozca.

Bienvenido sea usted al Bahréin la tierra de la fe, la tierra de los hijos de Abdul Qais, hemos estado colmados del mensaje de Cristo desde el siglo III d.c, y tal vez antes de eso, esta fe y amor por Cristo y su madre están en el tejido de nuestra formación. 

Antes de que esta isla conociera la educación moderna, las mujeres enseñaban el abecedario a los niños a través de la historia de Jesús.  Una historia interesante, escrita en los manuscritos de nuestros libros que cuentan la muerte de María (la paz sea con ella). Cada año leemos la historia de su vida y el nacimiento de Cristo en el aniversario de su muerte, repartimos el pan y dátil de María, productos vegetales para obtener las bendiciones de ella y su hijo.

La historia dice que María envió a su hijo a la escuela, Jesús estando allí le pregunta a su maestro sobre la interpretación de (Abjad Hawz), el maestro al no saber el significado, le pega a Jesús en lugar de responderle, por lo que Jesús le dice: "mi madre me envió para que me enseñe, no para que me pegue", si usted me hubiese preguntado yo le habría respondido; aquí Jesús asume el papel del maestro y le dice: la (A) no hay más dioses que un solo Dios, la( B) Dios es esplendor, la (J) la grandeza de Dios, la( D) la permanencia de Dios.

Así, nosotros aprendimos las letras del abecedario a través de Jesús, aprendemos las palabras que son las señales a la unificación de Dios, su belleza y su permanencia siempre va a preservar y nos preservara en el mundo. La fe cristiana de la que estamos colmados, abrió nuestras mentes y corazones a la idea del monoteísmo en el islam, nos hemos convertido con nuestro cristianismo monoteísta en musulmanes pacíficos.

En el año 1783 d.c, la familia gobernante vino a esta isla trayendo consigo la experiencia del desierto y las invasiones, nos consideraron botín de conquista, se adueñaron de nuestras granjas y tierras e instituyeron impuestos que debían ser pagados por todos nosotros. Sin embargo, en virtud de nuestro importante legado cultural el cual llevamos y hemos transmitido a lo largo de estos siglos no se nos ha podido eliminar, a pesar de la matanza, del desalojo, desplazamiento, discriminación y marginación. seguimos escribiendo y componiendo, resistiendo y heredando, las poesías, literatura, jurisprudencia, religión y memorias que cuenten nuestra historia y compartan nuestro legado. sin embargo, la familia gobernante permanece indolente para aceptarnos como ciudadanos y socios en el poder y el gobierno.

A final del año, celebramos el centenario de las reformas políticas de nuestros padres bahreiníes, quienes lucharon por implementar la imposición de la primera forma moderna de estado a través de la autoridad británica que derroco al gobernante, sin embargo el camino de la reforma se vio interrumpido originando una serie de protestas, siendo la última de ellas la Primavera Árabe de 2011, siendo los resultados desastrosos, hasta el momento más de cuatro mil presos por sus opiniones políticas, cientos de desplazados y refugiados políticos, ejecuciones, revocación de nacionalidades, despojo de derechos de ciudadanía, destrucción de mezquitas y patrimonio cultural. Se niegan a escuchar las demandas y a dialogar seriamente sobre ellas.

Su Santidad el Sumo Pontífice, sí, nosotros somos los habitantes originales de esta isla, nuestra marca distintiva de identidad esta bautizada con la cultura de Cristo, con su paz y su amor, su amplitud y su fe, encontrará esos signos en nuestros nombres, los nombres de nuestros pueblos, el diccionario de nuestras palabras, los monumentos de nuestra tierra, la naturaleza de nuestra religión, la agenda de nuestras celebraciones religiosas, nuestras narrativas, las historias de nuestras abuelas y nuestra bondad que rechaza la violencia, el conflicto y el odio.

Los hijos de esta cultura saben que el monoteísmo, el esplendor, la majestuosidad y la permanencia de Dios están todos en el Corán, y la clave de este monoteísmo está en (Abjad). Y saben otra vez de la historia de María, historia que leyeron en sus cuentos, narraciones y Corán, sabemos que Hussein es el Cristo que encanta con la palabra por lo que rechazan la injusticia la tiranía y aman la libertad que se tiñe de fe y aman el verso del Corán que dice: "Por esa razón, dispusimos para los hijos de Israel que, quien matara a un ser humano sin que este hubiera corrompido en la tierra, fuese considerado como quien mata a toda la humanidad y quien te salvase, como quien salva a toda la humanidad".

Ciertamente, llegaron a ellos nuestros mensajeros con las pruebas claras, pero, tras ello y a pesar de ello, muchos de ellos cometieron excesos en la tierra. (32)

Confluye con lo que dice el evangelio de Lucas: "El que es fiel en lo muy poco, es fiel en lo mucho, el que es injusto en lo muy poco, es injusto en lo mucho". (Lucas 16-10).

Matar a una persona es una gran injusticia y la persecución de un grupo mata a toda la gente, nosotros creemos en la defensa de una persona oprimida y de un grupo perseguido.

Su Santidad el Sumo Pontífice, nosotros somos de los que el apóstol Pablo, se enorgullece en su epístola: "De manera que nosotros mismos con orgullo de vosotros entre las iglesias de Dios, por vuestra perseverancia y fe en medio de todas las persecuciones y aflicciones que soportáis". (Tesalonicenses. 1:4).

No hemos perdido nuestra fe en Cristo, ni en lo que bautizó, no hemos perdido la fe en nuestra cultura de amor, paz y monoteísmo, somos hijos de iglesias, mezquitas, husseiniyas, Mohammad, Jesús y Hussein.

Nuestro referente religioso y espiritual se encuentra en Nínive, en la iglesia cristiana oriental, Nínive siguió siendo nuestra referencia después de que Hussein la bautizara con su sangre por la palabra de la verdad encarnada en Cristo, Mohammad, los profetas y los imames, hoy en las cercanías de Nínive nuestro referente religioso en Najaf, es donde se encuentra Sayyid Ali al-Sistani, a quien Usted conoció y quiso y él también lo quiso durante su histórica visita. Nosotros los hijos de esta autoridad, su Santidad el Sumo Pontífice, necesitamos una palabra común de equidad y de diálogo, desde 2011 nuestra autoridad política ha utilizado el lema del diálogo y el pluralismo religioso la apertura y la tolerancia con todas las minorías, lo hace para promover nuestra injusticia y opresión. Para reducir a la mayoría de nosotros a través de la naturalización política, porque constituimos un peso que necesita representación en la vida política y participación en la autoridad ejecutiva.

Su Santidad el Sumo Pontífice, la fe en nuestra cultura hace de la imagen del hombre un hermoso manto de divinidad, uno de los más grandes místicos dice: "la verdad no se viste con mejor manto que un humano". Esperemos que el manto de su Santidad no sea aprovechado para encubrir la injusticia que nos acontece.  Le pedimos a usted, nosotros la mayoría de la población indígena, una palabra que llame a la autoridad a entablar el diálogo serio, no mediático, con aquellos que considera sus opositores indígenas y herederos de la palabra de Cristo y de la tolerancia y vuestra santidad sabe que las palabras vanas siguen matando personas y que esto es una gran injusticia que Cristo no acepta.

Que sus bendiciones y Santidad sean ilimitadas, que sea Usted una ayuda para los oprimidos y opositor del opresor de nuestro pueblo.

Hijos de Mohammad, Jesús y Bahréin...

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